La masculinidad se divide en Masculinidad Tradicional y Nuevas Masculinidades. Hablar de Género no es hablar de “ellas” pues al pensar en ellas también hay que pensarlos a “ellos”.
La Masculinidad Tradicional es la de un hombre que sustenta el poder, ganado por el uso de la fuerza física, desde donde construyó su idea de superioridad. Este hombre se cree rey, señor feudal, zar, dios, primer ministro o presidente, se impone por la fuerza o la manipulación. Se afirma bajo la palabra control.
El Masculino Tradicional es violento porque es hombre: agrede, impone, limita, pelea, está urgido de probar que es hombre. Busca el éxito, cuya medida en lo sexual está dada por la cantidad de relaciones sexuales y en lo profesional por el puesto que ocupa en una empresa. Su triunfo es la demostración de que es fuerte, rudo, inexpresivo, protector, dispuesto a elevar sus niveles de agresividad para conservar el poder, a no dejarse. Compite con todos, desafía el riesgo.
Hay formas distintas de ser y auto realizarse.
Las Nuevas Masculinidades carecen aún de forma. Estos hombres son seres que toman conciencia de sí mismos -o las circunstancias los obligan a ello- basta revisar los estudios previos cuyos ejes temáticos van del impacto de la circunstancia económica sobre el funcionamiento del hogar hasta el papel de las tecnologías en la construcción y deconstrucción del género.
El nuevo patrón masculino cuestiona la hombría tradicional para confirmar la dinamicidad de la masculinidad, descubre las posibilidades de la complementariedad, es liberado de las profundidades de la virilidad, se relaciona de maneras distintas con su entorno social, está dispuesto al olvido o la ignorancia de los mitos y estereotipos.
Este hombre entiende de la seguridad emocional con los otros más que en el dominio de los otros. Al menos, está dispuesto a ensayar nuevas formas de ser hombre, está alcanzando la trascendencia sobre sí mismo.
Para evitar conductas agresivas en los entornos laborales, es necesario que los masculinos tradicionales tomen conciencia de los nuevos roles que están desempeñando los hombres en el ciclo de vida familiar y en sus anhelos profesionales.