Asistimos a una “nueva normalidad”. Demanda cambios profundos dentro de las organizaciones. El papel de las mujeres se consolidará luego de las discusiones, manifestaciones y reflexiones de los meses recientes.
La comunicación incluyente nos dirá cómo abrir canales de comunicación que incorporen a esos nuevos públicos visibilizados en fechas recientes. El sector femenino, las diferencias raciales, religiosas y sociales obligan a las organizaciones a estar preparadas comunicativamente para emitir los mensajes que sumen valor a su marca y de una forma que evite el escarnio mediático.
Con sana distancia, presencial y/o virtual, las organizaciones deberán dedicar tiempo y dinero a las nuevas herramientas de comunicación oral, comunicación con clientes, comunicación con lo diverso, para fortalecer sus capacidades de expresión con todo tipo de públicos.
Grupo social minoritario que no reciba una comunicación de genuino interés por ellos y ellas no buscará comprometerse con una marca. Hoy la innovación de la empresa e institución, así como la ampliación de audiencias y mercados, pasa por una Comunicación Incluyente.
Las estrategias de Comunicación Incluyente aportarán a la organización:
· Visibilidad en audiencias y segmentos
· Incremento en el valor de la imagen de una marca
· Mayor cercanía con clientes potenciales liderados por grupos sociales minoritarios
· Desarrollo de metas y objetivos con un panorama diferente a los de la competencia
El expertise en comunicación y el expertise en inclusión son ahora una más de las estrategias clave para crecer el impacto de la organización. Las improvisaciones corren el riesgo de mandar mensajes inadecuados que pueden ser considerados como agresivos.
COLABORACIÓN ESPECIAL DE ITZEL ANGUIANO.