Crece el número de empresas e instituciones que cuentan con políticas de diversidad e inclusión. Algunas lo comunican a su segmento de mercado mediante estrategias de comunicación de marketing y comunicación institucional. Destacan las empresas multinacionales y/o globales, y las grandes antes que las micros, pequeñas y medianas.
En estilos distintos, con compromisos diversos y precisiones acordes a la filosofía corporativa, todas dan un ejemplo de asunción de una postura respecto a la diversidad en sus organizaciones, conscientes del impacto hacia sus públicos externos.
Aparecen nuevas posiciones, como la de Gestor o Gestora de la Diversidad e Inclusión. Las diversidades a gestionar, preferentemente, son: género, orientación sexual, edad, preferencia política, raza, discapacidad, generación, entre más.
Trascender de la declaratoria pública implica transversalizar la política de la diversidad. Transversalizar significa permear a todas y todos en la organización de dichas políticas e impactar en los procesos, productos y servicios que ofertan.
Gestionar la diversidad comienza por una auditoría a los logros actuales -si se posee una política para tal efecto- o el diseño en función del corazón de la empresa o institución. Posteriormente deberá trabajarse en el desarrollo de habilidades y competencias del talento humano primero, para después atender a los públicos externos, mediante el entrenamiento con perspectivas que van del multiculturalismo a los feminismos, pasando por la integración y la asimilación, entre otras perspectivas de abordaje de lo diverso.
Los procesos de Gestión de la Diversidad implican desarrollar de manera consciente y planeada la aceptación e integración de las diferencias para incrementar la rentabilidad organizacional, generando valor añadido orientado al futuro de la empresa.
Dos elementos clave para lograrlo son el capital de conocimientos propios del área pero, además, un expertise de estrategia comunicativa. Es a través de las herramientas de comunicación como se logran sus beneficios: cumplir nuevos marcos legales, retener talento, desarrollar ventaja competitiva, atraer más mercados, incrementar el valor de marca, llegar a las nuevas generaciones mediante el compromiso y la responsabilidad social, entre más.
Demanda organizaciones de pensamiento global y acción glocal, conscientes de la diversidad como valor para la empresa, promotoras de la innovación, orientadas al cuidado del clima organizacional y el trabajo en grupo y conscientes de la relevancia del marketing social.
Las organizaciones del entorno global deben acompañar sus estrategias administrativas, de marketing y operación, con un sólido trabajo en el desarrollo de su talento humano. Formar en perspectiva de género, multiculturalidad, diversidad religiosa, política o sexual, pasa por el desarrollo de habilidades de negociación, comprensión de la otredad, shock cultural, ética multicultural y más.
México está siendo destino de migraciones. El establecimiento de estas comunidades es una ventaja. Su llegada, cargada de cultura, impacta y se ve impactada por el país destino. La cultura es dinamismo, diversidad e inclusión.